Hace algún tiempo publiqué una entrada con una breve explicación acerca del proceso de un grabado donde uno de los puntos era el cómo "Preparar nuestras planchas" (una plancha de cobre necesita ser
pulida, biselada (limar sus bordes), lavada y desengrasada para poder
aplicar el diseño que queremos y así poder barnizarla para aplicarle el
ácido correspondiente y lograr nuestra matriz grabada).
Una de las formas de lograr un diseño es con una aguatinta: aplicamos una fina capa de polvo de resina de colofonia sobre la plancha que se adhiere al fundirse por calor, generando zonas de reserva en pequeños puntos con los que podremos generar un dibujo de tonos.
El calor se puede aplicar de varias formas y en este caso usamos un soplete. Tenemos que aplicar el calor con la llama de manera uniforme y en movimiento para que la resina se vaya derritiendo de manera homogénea.
Los diminutos granitos de resina se funden y se adhieren a la plancha formando una fina capa que dejará entrar el ácio en ciertas zonas y otras no, produciendo el efecto de tonalidades de grises o negros dependiendo del tiempo que dejemos la plancha en el ácido.
Después de limpias nuevamente las planchas, entintamos y vemos inmediatamente que la tinta penetra muy bien en la mordida debido al efecto de "puntos" de la resina.
Y claro, estampamos para ver el resultado!
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